La asociación Carlos Marx, en la que participamos activamente los CJC, viene siendo víctima de múltiples ataques desde los órganos institucionales de la universidad como es la persecución ante todo papel, cartel o pancarta que coloquen sus miembros.
Este ataque se hizo más palpable el día 7 de febrero; cuando pocas horas después de la colocación de dos pancartas llamando a las movilizaciones en contra de la LOMCE, un miembro de la asociación recibió una llamada de la secretaria del decano informándole de la preocupación que existía hacia las mismas.
¿Y por qué el rector manda quitar unas pancartas en contra de una ley
que sólo afecta a las enseñanzas medias? ¿En qué le afecta al señor
Peña, máxime cuando él fue uno de los firmantes de un manifiesto que
mostraba su rechazo a la subida de tasas al inicio del curso? Que
rectorado se ponga nervioso ante el movimiento y la lucha de los alumnos
es esclarecedor. En primer lugar demuestra que los rectores (en este
caso, Daniel Peña) no son gestores aislados de cada universidad sino que
también están a favor y responden a los intereses de quienes dictan las
leyes (sean de educación, de sanidad o de amnistía fiscal) y de quienes
ponen el dinero en la universidad (como por ejemplo el Banco Santander)
Que Peña firmara a principio de curso un manifiesto en contra de la subida de tasas pero que en la práctica veamos día a día como su política como rector vaya en la línea de la privatización y elitización de la educación nos demuestra como juegan a ''poli bueno'' y ''poli malo''. Por eso, para nosotros no supone únicamente la retirada de una pancarta y por lo tanto la retirada también del derecho de libertad de expresión e información a los alumnos sino que va más allá y se engloba dentro del ataque constante y generalizado que está sufriendo la educación pública en particular y cualquier servicio que benficie a los trabajadores y no suponga grandes réditos económicos para los empresarios. Denunciar la LOMCE molesta a Daniel Peña en tanto él forma parte de quienes desean la privatización de la educación para conseguir un suculento beneficio. Esto nos demuestra una vez más la polarización de la sociedad en dos grandes grupos: quien aplica medidas y se lleva ''el pastel'' y quienes las sufren, que somos la mayoría.
Estudiante, tú decides: o ellos, o nosotros
Que Peña firmara a principio de curso un manifiesto en contra de la subida de tasas pero que en la práctica veamos día a día como su política como rector vaya en la línea de la privatización y elitización de la educación nos demuestra como juegan a ''poli bueno'' y ''poli malo''. Por eso, para nosotros no supone únicamente la retirada de una pancarta y por lo tanto la retirada también del derecho de libertad de expresión e información a los alumnos sino que va más allá y se engloba dentro del ataque constante y generalizado que está sufriendo la educación pública en particular y cualquier servicio que benficie a los trabajadores y no suponga grandes réditos económicos para los empresarios. Denunciar la LOMCE molesta a Daniel Peña en tanto él forma parte de quienes desean la privatización de la educación para conseguir un suculento beneficio. Esto nos demuestra una vez más la polarización de la sociedad en dos grandes grupos: quien aplica medidas y se lleva ''el pastel'' y quienes las sufren, que somos la mayoría.
Estudiante, tú decides: o ellos, o nosotros
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